Citas de Swami Shriyukteshwar
El deseo de cosas materiales no tiene límite; el hombre jamás está completamente satisfecho, y persigue una meta tras otra. Ese "algo más" que busca es el Señor, el único que puede proporcionarle el gozo imperecedero.
Las percepciones divinas no son incapacitantes. La activa expresión de la virtud da nacimiento a la mas aguda inteligencia.
Desentiéndete de los símbolos externos de la renunciación, los cuales podrían perjudicarte al producir en tí un falso orgullo. Lo único que importa, en realidad, es que estés progresando espiritualmente cada día, en forma constante; Kriya Yoga es el método para lograrlo.
Olvida el pasado. Las vidas desvanecidas de todos los hombres se encuentran manchadas por múltiples culpas. La conducta de cada ser humano será siempre imperfecta mientras no haya establecido su conciencia en la Divinidad.
La contemplación espiritual no justifica la negligencia en el plano material.
El cultivar la compañía del Gurú es no solo encontrarse en su presencia física (ya que ésto es a veces imposible), sino que significa principalmente mantenerle en nuestros corazones y sintonizarnos e identificarnos con él en principio.
El yogui que persevera en la práctica de Pranayama, obtiene control total sobre la vida y la muerte. Prescindiendo en esta forma del prematuro deterioro físico que acosa a la mayoría de los seres humanos, puede él conservar su cuerpo indefinidamente y disponer del tiempo necesario para consumir su karma, satisfaciendo todos los deseos de su corazón (deshaciéndose así de ellos) en una sola vida. Al encontrarse finalmente purificado, no le es necesario ya retornar mas a este mundo bajo la influencia de Maya, la Oscuridad, o sufrir la "segunda muerte".
Si, mediante la práctica, uno entrena siempre a la mente para que permanezca sumergida en la sushumna, entonces la energía divina fluirá a través de este camino supremo. Como resultado, la vida se vuelve apacible y tranquila.
El deseo de cosas materiales no tiene límite; el hombre jamás está completamente satisfecho, y persigue una meta tras otra. Ese "algo más" que busca es el Señor, el único que puede proporcionarle el gozo imperecedero.
Si el hombre no permanece absorto en Dios, su caída es inminente.
Los santos que experimentan su divinidad durante su encarnación terrenal viven una parecida doble existencia. Conscientemente dedicados a sus labores en este mundo, permanecen, sin embargo, sumergidos en interna beatitud.
La serpiente representa la energía enrollada de la espina dorsal, que estimula los nervios sexuales. Adán es la razón, y Eva el sentimiento. Cuando la emoción o la conciencia de Eva en cualquier ser humano es subyugada por el impulso sexual, su razón, o Adán, también sucumbe.
Los seres que están próximos a ser libres y moran solamente en un cuerpo causal ven todo el universo como realizaciones de las ideas-sueños de Dios. Ellos pueden materializar cualquier ser u objeto por medio del pensamiento puro. Aquellos cuyo ser está cubierto solo por el delicado velo de la envoltura causal pueden poner en manifestación universos enteros, al igual que el Creador.
Podemos encontrar al universo entero reflejado en el cuerpo humano. Mientras más avanzan los sadhakas en su viaje final hacia la realización de Dios, más pueden descubrir la veracidad y profundidad de los tattvas (principios cósmicos) el universo morando en sus propios cuerpos a través de la ciencia del yoga.