EL EVANGELIO – SUTRA 18
Ser Universal o la Realidad Suprema.
Sannyasi o Cristo, el Salvador ungido. Cuando todos los despliegues de la
ignorancia son removidos, el corazón, perfectamente claro y purificado, ya no sólo refleja simplemente la Luz Espiritual sino que la manifiesta activamente. De esta forma, siendo consagrado y ungido, el hombre se libera y transforma en Sannyasi o Cristo el Salvador. Ver San Juan 1:33.
“Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que
bautiza con el Espíritu Santo”
Bautizado en la corriente de Luz.
A través de este Salvador, el hijo del hombre es nuevamente bautizado o absorbido en la corriente de Luz Espiritual y –elevándose más allá de la creación nacida de la Oscuridad o Maya- entra en el mundo espiritual, uniéndose con Abhasa Chaitanya (Purusha o el Hijo de Dios). Tal es el caso del Señor Jesús de Nazaret. En este estado el hombre se libera por siempre y para siempre del
cautiverio de la Oscuridad o Maya. Ver San Juan 1:12 y 3:5.
“Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios”
“De cierto, cierto le digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar
en el reino de Dios”
El Sacrificio del ser. Cuando el hombre, habiendo entrado así en el mundo espiritual,
se transforma en el Hijo de Dios, comprende la Luz universal –el Espíritu santo- como
un todo perfecto. Y reconoce a su ser como nada más que una mera idea que
descansa sobre un fragmento de la Luz de Om. Entonces se entrega en sacrificio al
Espíritu Santo, el altar de Dios; esto es, abandona la vana idea de su existencia
separada y se convierte en un todo integral.
Kaivalya, la unificación. De este modo, siendo uno con el Espíritu Santo universal de
Dios Padre, el hombre se unifica con la Substancia Real o Dios. Esta unificación del
Ser con la Substancia Eterna o Dios, se denomina Kaivalya. Ver Apocalipsys 3:21.
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y
me he sentado con mi Padre en su trono”
La Ciencia Sagrada – Swami Sri Yukteswar
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